Desvelando el conocimiento en la era de los datos

Descubriendo el conocimiento en la era de los datos

Cada año que pasa nos trae computadoras cada vez más poderosas, soluciones de almacenamiento más rentables y capacidades mejoradas de transmisión de datos. Estos notables logros tecnológicos han hecho posible en la actualidad recolectar, almacenar y transmitir enormes cantidades de datos con poco esfuerzo y a costos impresionantemente bajos. En consecuencia, un número creciente de organizaciones, instituciones de investigación, organismos gubernamentales e incluso personas comunes están creando enormes archivos digitales que abarcan documentos, imágenes y grabaciones de audio. Durante siglos, la escasez de datos ha sido una barrera significativa para el progreso científico y económico [1]. Sin embargo, la creencia de que la mayoría de los desafíos se pueden superar solo con datos se revela como una falacia al examinarlo más de cerca.

Recuerdo vívidamente hace más de 2 décadas cuando se publicó el borrador inicial del genoma humano, ¡que representa una cantidad de información equivalente a aproximadamente 1000200 libros de 200 páginas! [2] Durante aquellos días, existía la creencia generalizada de que descifrar el “libro de la vida” nos equiparía con la capacidad de abordar cualquier pregunta relacionada con la vida misma, ofreciendo conocimientos sobre el funcionamiento de los genes, especialmente aquellos implicados en enfermedades. Sin embargo, como ha demostrado la historia, tener esta enorme cantidad de datos (al leer el “libro de la vida”) fue solo el principio y no nos dio la comprensión completa que deseábamos. Es evidente que los datos por sí solos, independientemente de su volumen, son insuficientes para resolver problemas.

El genoma a menudo se compara con un libro, pero no está escrito usando letras regulares del alfabeto; en cambio, utiliza un alfabeto genético único que consta de solo cuatro “letras”. Cuando estas “letras” genéticas se organizan en un orden o secuencia particular, forman lo que se conoce como un gen. Si el genoma es un libro, los genes son como frases o párrafos; tenemos muchos de ellos con diferentes significados y roles.

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